Plaza de San Marcos, situada en Venecia, es una de las plazas italianas más importantes, reconocida en todo el mundo por su belleza, integridad arquitectónica y por ser la plaza más grande de Venecia. Representa la unica área urbana de la ciudad llamada plaza, como todos los otros espacios con forma de plaza se llaman campos. Su cuerpo principal tiene una forma trapezoidal y es larga 170 metros: allì se insertan otras áreas. Es también conocida como ‘la Plaza ‘o’ el ‘Salón de Europa’. La plaza en sí, es decir la superficie encerrada entre las Procuratie Vecchie y Nuove y las ‘nuevisimas’, presenta un desarrollo arquitectónico de raro encanto del complejo monumental de la Basílica y justo enfrente, se alza el campanario de San Marcos. La Basílica se asoma a la plaza con una fachada de mármol que se remonta al siglo XIII, en el que se colocaron mosaicos, bajorrelieves y una abundancia de material heterogéneo. Esto fue lo que le dio la característica policromía, que se combina con los efectos de claroscuros debidos a multiformes aberturas y volúmenes. Las dos puertas de entrada en el otro extremo (la meridional es dedicada a San Clemente, que remonta al siglo XI y la central con respecto al siguiente) fueron construidas con gabletes con arcos flexivos, de inspiración árabe, quizas realizadas para recordar a Alejandría de Egipto, donde occurió el martirio de San Marcos.
Los puertas menores se realizaron posteriormente en estilo antiguo. El mosaico original entro los que se encuentran en la fachada, es lo que está puesto sobre el primer portal a la izquierda; los demás remonta a los siglos 17 y 19 y imitan a los temas de los que iban a reemplazar. Entre la Piazzetta dei Leoni y las Procuratie se encuentra la Torre del reloj, completada en 1499, que marca el comienzo de la Merceria, calle donde hay unas de las principales tiendas de la ciudad. Representa el acceso a la plaza a través de un portal. La pequeña iglesia de San Basso, adyacente a la derecha, fue desconsagrada: diseñada por Baldassare Longhena, fue utilizada para exposiciones. En el oeste de la plaza, se encuentran las Procuratie Vecchie, sedes oficiales de los Procuradores en los tiempos de la Serenissima. Fueron construidas en la primera parte del siglo XVI: el porche en la planta baja está llena de tiendas y restaurantes, y actualmente en las plantas superiores hay muchas oficinas. Bajo estos arcos se encuentra el famoso Caffè Quadri, fundado en 1755 y opuesto al Caffé Florian, que está al otro lado de la plaza.
Al final de la plaza se sitúa la famosa Ala Napoleónica, que une las Procuratie Vecchie a las Procuratie Nuove: debe su nombre al hecho de que fue reconstruida en 1810 por voluntad de Napoleón. Diseñada originalmente como una lugar de representación, es las ede del Museo Correr. Frente a las Procuratie Vecchie, se encuentran las Procuratie Nuove: proyectadas por Jacopo Sansovino en pleno siglo XVI, necesitaron entre 1582 y 1586 de una renovación, que fue realizada primero por Vincenzo Scamozzi y luego por Baldassare Longhena, que cerró las obras alrededor de 1640. Como por las Procuratie que estan enfrente, el porche en la planta baja acoge muchas tiendas y bares, como el Caffé Florian, al principio conocido como ‘A la Venecia triunfante’, lugar de encuentro de los venecianos en el periodo de las luchas contra la dominación austríaca. El Palacio habría tenido que convertise en la sede, según Napoleón, de Eugène de Beauharnais. El extremo oriental de este edificio es ocupado por la Libreria Marciana, diseñada por Sansovino, con vista a la plaza. Cerca del punto de contacto entre estos dos grandes edificios se sitúa el campanario de San Marcos, construido entre 1156 y 1173 en primera forma, renovado en 1514 y reconstruido sin alteraciones en 1902 después de un colapso. Cerca de la torre del campanario, en línea con la Porta della Carta (entrada monumental del Palacio Ducal), se encuentra una logia, concebida por Sansovino y construida entre 1537 y 1546.